Los cuatro jinetes del Apocalipsis hace mención a los cuatro caballeros que se describen en la primera parte del capitulo 6º del Apocalipsis. Surgen a consecuencia de la apertura de los cuatro primeros sellos. Según la exégesis representan y son figura de: la victoria, la guerra, el hambre y la muerte. Aunque solo a este último se le designa por este nombre.[Aunque los jinetes aparecen brevemente en el libro, su importancia radica en la cantidad de representaciones artísticas y generalmente en la influencia que tuvieron sobre la cultura occide.
- Contenido.-
- Caballo Blanco.-
Ven. Miré y vi un caballo blanco, y el que montaba sobre él tenía un arco, y le fue dada una corona, y salió vencedor, y para vencer aún
Ap. 6,2[2]
San Ireneo y San Juan Crisóstomo sostienen que el arquero montado sobre el caballo blanco es la triunfante propagación del Evangelio; una expansión que triunfa gracias al apoyo político. El padre Castellani lo deja claro al interpretar que en la Monarquía Cristiana, la Christianitas, el orden romano convertido a la ortodoxia cristiana.
Portar un arco, un arma para alcanzar grandes distancias, es representación de lo que hicieron los reinos cristianos, apoyando y llevando la evangelización a pueblos lejanos. Como ejemplo de lo predicho aconteció el bautismo de los pueblos germanos y eslavos o la evangelización de América. Salió "a vencer", esas victorias, son las victorias de Constantino, de Teodosio, de Carlos Martel. Aquellos que afianzaron y contruyeron sobre el antiguo orden romano, la Romanitas, el orden cristiano que perduró desde Constantino hasta el emperador Carlos V.[3] El milenio que después es narrado en la parte final del Apocalipsis.[4] - Caballo Rojo.-
Cabalgado por el jinete guerra
Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente que decía: "Ven".
Ap. 6,3[2]
Entonces salió otro caballo, rojo; al que lo montaba se le concedió quitar de la tierra la paz para que se degollaran unos a otros; se le dio una espada grande.
Ap. 6,4[2] - Caballo Negro .-
Cabalgado por el jinete hambre
Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: "Ven".
Ap. 6,5[2]
Miré, y vi un caballo negro. El que lo montaba tenía una balanza en la mano.
Ap. 6,5[2]
Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: «Dos libras de trigo por un denario y seis libras de cebada por un denario, pero no dañes el aceite ni el vino»
Ap. 6,6[2]
- Caballo Amarillo .-
Cabalgado por el jinete muerte
Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente que decía: "Ven".
Ap. 6,7[2]
Miré, y vi un caballo amarillo. El que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades lo seguía: y les fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad y con las fieras de la tierra.
Ap. 6,8[2]